En sintonía con el apartado anterior, podemos decir que los usos que se han ido obteniendo del hielo seco han ido en aumento con el paso del tiempo, y bien si antiguamente servía para enfriar gran cantidad de productos perecederos, ahora mismo los usos toman un cariz mucho más lúdico.Debido al poder refrigerante que el hielo seco aporta, llega a tener una función antibacteriana, de modo que impide el crecimiento de bacterias, levaduras y mohos, y en consecuencia, se convierte en un gran conservador de productos perecederos y alimentarios.Al mismo tiempo, el gas crea una atmósfera protectora a su alrededor, saliendo ese humo característico de los embalajes, y eso contribuye a mejorar la calidad microbiológica, evitando oxidaciones y manteniendo las mejores condiciones de conservación de todo tipo de productos delicados, como comida o productos farmacéuticos.También suele usarse para catering aéreo, para poseer un efecto retardante en proceso de fermentación, en limpieza de superficies y maquinaria, y para el famoso efecto humo que se suele hacer en fiestas y espectáculos.En cualquier caso, el hielo seco que vendemos y distribuimos en Madrid, es de primera calidad, y aporta todos los usos que el cliente quiera darle, siempre y cuando la manipulación que se haga del mismo, sea el adecuado, ya que hay que seguir una serie de recomendaciones en su utilización, que a continuación detallaremos.